El Quinto Piso


Cuando cumplí 10...ni idea. Mi memoria no llega hasta allá. Cuando cumplí 20 jugaba a ser poeta y filósofo. Cuando llegaron los 30 me sentía en el cielo, emprendedor y famoso, cambiando el mundo. Los 40 llegaron pegando fuerte, y sino miren esta publicación que escribí en ese momento...

Hoy llegué a los 50, el quinto piso. Confusio dijo: "Tenemos dos vidas. La segunda comienza en el momento que nos damos cuenta que es solo una". Hoy empiezo mi segunda vida. Con la misma cantidad de sueños, y un cachito menos de energía. Pero con el corazón lleno.

Todavía no decido si empezaré o no a pelear fuerte contra la entropía. Creo que sí. Aunque tiene su magia sentir que te traspasa, el mundo avanza tan rápido que me parece que no me queda otra. 

Me fascina imaginar a la Entropía y la Cronología jugando en un prado. Como dos niños, que corren para ver quien llega primero.

Los "sin cuenta" casi que llegaron sin darme cuenta. Ayer lloraba mis 40, y antes de ayer volaba en mis 30. ¿Y que la edad no importa? 

Claro que importa. Gerry Garbulsky organizó un TEDx hace poco sobre el tiempo y la medida de todas las cosas, junto a Eduardo Sáenz de Cabezón. Me gustó muchísimo. La imagen de nuestra vida como en rectángulo formado por pequeños rectangulitos representando cada semana de nuestra vida, y pintados aquellos que ya vivimos, mostrando cuánto nos queda...me impactó. Hice la mía. ¡Hagan la suya!

El tiempo vuela, es el recurso escaso del ser humano. Tenemos los días contados, y las horas. Y al parecer nos han dicho siempre que hay que aprovechar el tiempo, ser productivo. Es verdad, una gran parte de nuestra realización como personas está atada a esta percepción de productividad. 

La felicidad es la calma que sentimos al saber que estamos en el camino correcto. Y que avanzamos. Avanzar es concretar nuestras metas, ser productivos, y por sobre todo aprender.

Pero la edad, y estos 50 llegaron con una propuesta: Empiezo a disfrutar del paso del tiempo haciendo nada. Un placer que estoy descubriendo poco a poco. Ya no necesito estar tapado de proyectos, trabajo y reuniones para sentirme productivo. Empiezo a disfrutar de mi propio cuento, de jugar con mis ideas, y que se queden en eso, solo ideas. Ya no necesito conocer gente nueva, y extender mi red. Empiezo a ser más selectivo y conciente en el uso de mi tiempo. 

Mucho experimento, mucho cambio, muchas emociones que abrazo, que me empujan fuerte a salir de mi zona de confort y de mis parámetros de "éxito". Veremos a dónde me lleva todo ésto. Hasta la próxima. 

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