Paz o paz.



El mundo siempre se definió en términos de paz o guerra. Otra buena muestra de la falta de evolución que cargamos en nuestra especie. Cuando diferentes intereses "críticos" para los gobernantes se ponían en juego, se supone que se intentaba la vía diplomática, o se esperaba eso. Cuando esta fracasaba, se decidía, o se decide, ir a la guerra. La guerra es ridícula, no importa por dónde se la mire. Es el resultado de la falta de respeto al prójimo, de la incapacidad que tenemos de organizarnos y ponernos de acuerdo, en el entendimiento de que los intereses comunes priman a los individuales. No es casualidad que la guerra haya sido el motor impulsor del desarrollo de muchos países. Me entristece enormemente aceptar que la paz fracasa una y otra vez. Que la violencia y los intereses de unos pocos se imponen sobre la paz de la mayoría. Que el dinero y el poder reinan, sobre la paz. Es triste, muy triste. Que la paz prevalezca. Siempre.

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