Risoterapia es lo mío

La risa es mi relajante favorito. Especialmente cuando se llega a ese punto al que Franco de Vita llama "que todo nos causaba risa". Reir, en un mundo donde nos cuesta tanto disfrutar, es casi como respirar. Si no reimos no vivimos. Reir hasta quedar agotados, hasta que necesitemos inflar los pulmones con el último aliento, hasta que tengamos que necesariamente poner nuestra cabeza entre nuestras rodillas. Y no es solamente cuestión de generar endorfinas, el sedante natural para nuestro cerebro,  es que reir cura angustias, depresiones y ratos amargos que la vida nos trae cada tanto.  Reir hasta que nos tomamos la sien con los dedos,  hasta que empezamos a golpear la mesa con la mano para intentar frenar el llanto. Hay que animarse a reir, sin procuparnos del escándalo y del ridículo. Quien no se permite reir, se ahoga en la amargura. Y por sobre todo, reir con desesperación,  como si nos quedara poco tiempo de vida y todo lo que pudiéramos hacer fuera reir. Reir hasta que tengamos que decir "hacía tiempo que no me reía tanto". Gracias a quienes lograron destornillarme de tanta risa.

Foto: Virna Pierluissi - 2013

Comentarios

  1. Reír es una de esas cosas que te hacen sentir vivo en el Aquí y el Ahora, en el eterno presente de nuestra existencia. ¡Gracias por compartir tu alegría desde la distancia!

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