Ver para creer



Hoy tuve una de esas experiencias que te marcan...ese tipo de momentos que te obligan a creer. Frente a la entrada a un centro comercial, una señora atendía un puesto ambulante (un carrito) vendiendo golosinas y cigarrillos. Me acerqué para comprar algo, y enseguida noté que la señora no era vidente. Me pregunté cómo podía, alguien que no ve; vender, cobrar y devolver el vuelto correspondiente...la respuesta fue simple: CONFIANDO.

Así como en un sueño, pensé que estaba en otro mundo. Un mundo donde las personas confían entre ellas, donde nadie piensa en aprovecharse del prójimo, donde la confianza y la palabra de uno valen.

"¿Este billete es de 5 o de 10?" me preguntó la señora al recibir mi billete. Le respondo y me vuelve a preguntar sobre el valor de los billetes que tenía en el bolsillo para darme el vuelto. Llegué a pensar que se trataba de una cámara oculta. Decidí quedarme un rato mirando qué pasaba con otros clientes que iban llegando...funcionaba. Ella confiaba y los clientes no se aprovechaban de ella.

Que lindo, ¿no? Que sensación tan grata, reconfortante, tan llena de esperanza. ¡Vamos que se puede!

Comentarios

  1. Muy lindo! Una alegría después de comer

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  2. Siempre hay personas que nos devuelven la confianza. Que lindo!!

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  3. Me hiciste recordar a un muchacho que tenía un puesto de dulces frente a la Universidad de Antioquia en Medellín... era una mesa con dulce, chicle, bombones, etc; con un letrero grande arriba que decía 'En vos confío'.

    Mientras el iba a clases, el puesto se quedaba sólo, con ese letrero, la lista de precios de los productos y un párrafo que decía: 'Esto me ayuda a cubrir los gastos de la universidad'. ¡La gente hacía su compra en autoservicio! Ponía su dinero, tomaba el dulce y sacaba el vuelto... mi papá y yo nos quedamos al menos una hora viendo el sistema, jajaja.

    Es bueno encontrarse con esos casos, son como un pellizco positivo :D

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