¿Debo ser? >> ¡Puedo ser!


Llegamos al mundo debiendo. Así de triste, como suena. Nuestra aventura comienza con una deuda que debemos pagar. Y no hablo de deudas externas ni de pasivos contables; me refiero a todo aquello que se espera de nosotros desde el día uno de nuestra existancia: Nuestro "deber ser".

Tal vez nadie nos lo dijo, pero no importa, es así. Imaginen una balanza, de esas viejitas. Esas que uno le ponía pesas de un lado y peso del otro. Bueno, imaginen que de un lado la vamos cargando de debemos, y del otro, le vamos poniendo el podemos. La balanza en nuestra vida que debería equilibrar los deberes y obligaciones vs los derechos y oportunidades.

Deberìa, dije bien, porque en la práctica como dicen que somos hijos del rigor, pareciera ser que existe un acuerdo tácito por arrancar con los deberes y obligaciones...no, no es suficiente, un poco más...más. Ok, ahora metamos un poquito de derechos. No mucho, que se los creen y luego exigen. ¿Y las oportunidades? Nah, de esas se van a ir enterando de a poco, las van a ir descubriendo a medida de que aparezcan. ¿En serio? Sí, en serio. Que triste.   

Una parte grande de nuestro deber ser se fundamenta en que debemos ser, ante todo, ciudadanos útiles en nuestra sociedad. Pero también debemos ser los mejores, competitivos dicen. Debemos ser memoriosos, y repetir todo lo que nos dicen en la escuela. Debemos esforzarnos y aprender de nuestros errores que nadie premia. Debemos ser hermosos y ajustarnos a los estándares de belleza que algunas marcas impulsan, debemos cuidarnos, sabiendo que un buen desayuno es el fundamento de nuestra salud, o tal vez no, porque el ayuno también es cuidarse. Pero no abusemos. Debemos ser ejemplo. Debemos debemos debemos...

Es de-ses-pe-ran.te. Pero nadie parece cuestionarlo.

Imaginen por un momento que arrancamos con las oportunidades, lo posible. Desde ahí medimos los costos, los deberes. Imaginen que nacemos escuchando todo lo que podríamos hacer y lograr en nuestra vida. ¿Me fuí al carajo?    

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