Le falta vida




Hace unos meses leí un libro muy interestante sobre los Estoicos, el Manual para una vida feliz, de Epicteto. También empecé otro de Meditaciones de Marco Aurelio, un embole. Un poco antes me prestaron otro librito que fue hasta ahora el que más me gustó: Lecciones de estoicismo: Filosofía antigua para la vida moderna de John Sellars. 

Me llamó mucho la atención la propuesta que hace esta línea de la filosofía y su acercamiento a la felicidad. En especial cuando se intenta separar la realidad objetiva de la interpretación individual que hacemos de ella (abandonar suposiciones y preguntar-se más), y la voluntad como arma poderosa para manejar nuestras emociones al momento de reaccionar a las adversidades. 

Somos humanos claro, y tenemos emociones que muchas veces no podemos manejar, pero podemos intentarlo, entendiendo que, como diría Ramón de Campoamor, "todo es según el color del cristal con que se mira".

Todo esto me tuvo pensando mucho sobre la actitud que tenemos ante nuestra vida. Nuestra actitud como mecanismo de superación y sobre todo, de auto-defensa. 

A veces me encuentro con personas que, como dice Anita, "les falta vida". Personas que no tienen pasiones, no tienen sueños ni motivación. Personas que si pudieran vivirían de subsidios sin ninguna culpa. Y me entristece. En particular aquellas personas que han tenido opciones y oportunidades en su vida, y que les queda aún muchísimo por vivir, aprender y descubrir.

A nivel profesional, por sobre todas las cosas siempre busco estar orgulloso del trabajo que hago. Y no importa si eso se traduzca en escribir un correo, hacer una presentación, solucionar conflictos o diseñar una estrategia. Me da igual. Quiero que ese esfuerzo lleve mi sello, mi marca, como un artesano. 

Porque muchas veces no puedo controlar el resultado, pero si puedo darlo todo y mejorar el proceso. Y por eso intento aprender, todo el tiempo. Y esto se transforma en combustible, que alimenta mi nivel de motivación y me empuja a serguir, con toda.

A mi me sirve. Y no voy a negarlo, muchas veces mi cabeza se llena de dudas y preguntas, pero vuelvo al esfuerzo y al aprendizaje. Y me reseteo. Entiendo que muchas personas no tengan esta capacidad, y sería injusto pedir que hagan lo mismo. Pero también sería injusto no compartir una fórmula que me resulta, y que me ha acompañado en más de 27 años de carrera y otros muchos de estudios. Tal vez a alguno de ustedes les sirva.

Simplemente por eso, aquí se los dejo.   



Comentarios

  1. Los hombres tenemos unos códigos que nos ayudan a crecer. Por ser hombres y no perros o conejitos a pila... La sabiduría es entender estas "instrucciones" para estar en "on" toda la vida.

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